lunes, 17 de diciembre de 2007

Entrevista a José Ángel Ocanto

"Me preocuparía que los lectores
me persiguieran y el poder me aplaudiera"


(Entrevista publicada en la revista Gala, el 9 de diciembre de 2007)

José Ángel Ocanto es un periodista que no muestra a primera vista la capacidad demoledora de su pluma. Sin embargo, cuando escribe en plan crítico sobre los problemas del país, JAO es implacable y pone el acento donde debe ponerlo, sin otra concesión que la que dicta su conciencia y su responsabilidad como ciudadano.
Alguien dijo una vez que José Ángel Ocanto y su Campanas en el Desierto son los guardianes, los centinelas de la democracia en Venezuela. Una vez le gritaron: ¡Valiente, valiente! y JAO ni se inmutó. Le parecía demasiado para un periodista que sólo cumple con su deber.
-¿Qué sonido tienen las Campanas en el Desierto?
-No hay nada más multifacético que una campana. Unos poetas resaltan su acento umbrío. Otros lo asocian con la atmósfera de diciembre. Hemingway, quien acabó suicidándose, nos recordó que las campanas doblan por uno. Baralt escribió que una buena crónica periodística es como una campana en enero. Para mí la campana es un grito que asocia al hombre con sus dioses.
-¿Siente que la respuesta de sus lectores es positiva?
-La campana me ha dado de todo. Alegrías, sustos. Gracias a la campana me han dicho cosas muy bellas los lectores, mientras el poder me ha amenazado. Creo que está bien así. Lo inaceptable para mí hubiese sido que los lectores me persiguieran y el poder me aplaudiera.
-¿Cómo convencer a un chavista para que escuche bien el alerta de sus campanas?
-Un chavista no es un ser distinto, un fenómeno. Sólo que ha estado encandilado por un mensaje populista, delirante, por el carisma de un demagogo sin escrúpulos.
-¿Le gusta la política como oficio?
-Me gusta orbitar la política. Es decir, sentir sus vibraciones. Me gusta de la política que sirve para tomar decisiones. Esa es la parte mágica y estimulante del asunto. No me gusta de la política su necesidad implícita de mentir. La política es para mí exactamente como un volcán. Un formidable espectáculo sólo para ver desde lejos.
-¿Es verdad que todos los políticos despiertan sospechas?
-Por lo general, sí. He conocido dos o tres dirigentes políticos realmente nobles, con ideas bien formadas, y dispuestos a darlo todo por el bienestar de los demás. Muy pocos políticos sienten necesidad de cultivarse. Muy pocos leen. Nunca se les ve en una sala de teatro. Otra cosa que me incomoda de ellos es cómo cambian y se tornan inaccesibles cuando están en el poder.
-¿En política vale todo?
-No debería, pero es así. Fíjate que son escasos los líderes que se atreven a llevarle la contraria a la opinión pública. ¿Será porque aquí tampoco hay opinión pública?
-¿Cuál ha sido el político más interesante para usted, hablando periodísticamente?
-Churchill, quien planteó que el problema de nuestra época consiste en que sus hombres no quieren ser útiles sino importantes. En Venezuela, José María Vargas.
-¿Y el menos atractivo para una entrevista?
-Freddy Bernal.
-¿El periodismo le quitó a JAO la oportunidad de consolidarse como escritor?
-Esa es la generosa tesis del paisano Juan Páez Ávila. Quizá el periodismo me salvó de escribir malos libros.
-¿Su mejor campanada?
-“Con nuestros hijos no se metan”.
-¿Le gusta tomarse un trago para reducir tensiones?
-Me gusta tomar cuando estoy alegre. Me gusta tomar para festejar, no como escape.
-¿Lo campanea o simplemente se lo toma y ya?
-Campaneo. Nunca tomo un trago solo. Una buena compañía es fundamental.
-¿El amor está reñido con la política en este país?
-El político traiciona a todos porque sólo se casa con el poder.
-¿Y el periodismo?
-El periodismo es una forma de amar y de dejar una descendencia en el papel.
-A usted no lo atrae ni el fútbol ni el béisbol, ¿en qué se entretiene cuando no escribe?
-Me da pena decirlo, pero el béisbol me aburre. El fútbol me atrae sólo en los mundiales. Me gusta más el atletismo. Cuando no escribo, leo, oigo música.
-Dígame el nombre de un Presidente que se haya merecido el cargo en Venezuela.
-Rómulo Betancourt.
-¿Qué cosa hubiera dicho Bolívar si resucita mañana?
-Habría pedido que lo bajaran de las estatuas, porque lo vuelven rígido, inexpresivo. Habría reclamado con amargura la deformación que entraña el término “bolivariano”.
-¿Que entiende como socialismo del siglo XXI?
-Una lastimosa mezcla de payaserías y de lecturas inconexas, fuera de contexto y sin rigor histórico.
-¿Cómo llamaría lo que estamos viviendo los venezolanos en este momento?
-Es una lección que estamos obligados a asimilar, para no repetir jamás los vicios del pasado que nos trajeron hasta aquí.
-¿Cree en Dios y en la Divina Pastora?
-Siento la infinita y devota necesidad de creer.
LRM


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Acerca de mí

Periodista. Jefe de Redacción del diario El Impulso, de la ciudad de Barquisimeto, Venezuela