Nos arrastran hacia un terrible despeñadero
Ningún punto de la reforma se puede volver a plantear
Lo que el país necesita es una revolución de la verdad
Abogado, profesor universitario, hombre escrupuloso, culto, de una reconocida conducta rectilínea, sin pretenderlo Joel Rodríguez Ramos se ha erigido en una importante referencia dentro del ámbito de la disidencia a este gobierno.
Es de esos a quienes no da miedo llamar intachable.
-¿Visualizaba usted un inicio de año como el que hemos tenido?
-No, yo visualizaba un inicio de año más tranquilo; pero, conociendo al personaje como lo conocemos, tampoco me extraña lo que está ocurriendo. Genio y figura hasta la sepultura.
-¿No ha sido demasiado ingenuo el país? Con cada episodio se cree que el Presidente rectificará.
-Así es. La misma noche del referendo, dijo que él no iba a retirar su propuesta. A mí me llamó la atención aquello, porque esa propuesta había quedado definitivamente decidida. Sin embargo, pensé que reflexionaría. Caí también en esa ingenuidad. El Presidente no va cambiar, ni sus acólitos van a cambiar.
-Tras el triunfo del NO, los venezolanos clamaron por reconciliación.
-Todos los sectores. Recuerdo una mancheta de EL IMPULSO, por esos días, que decía, palabras más, palabras menos: nunca antes una victoria fue celebrada con tanta humildad. Pedro Carreño dijo que la reconciliación sólo habría sido posible con la reforma a la Constitución. La reconciliación no es contradictoria con la tolerancia, con las ideas distintas. La Constitución de 1961 fue aprobada con un gran consenso. La Comisión Redactora estuvo compuesta por personalidades que pensaban, todas, muy distinto. La presidieron Raúl Leoni, que era presidente del Congreso, y Rafael Caldera, que era el vicepresidente. Además la integraron: Arturo Uslar Pietri, Luis Beltrán Prieto Figueroa, Jesús Farías, Gustavo Machado, Guillermo García Ponce, José Guillermo Andueza, Orlando Tovar Tamayo, Ramón Escovar Salom. En aras de la paz y el desarrollo del país, aquellos hombres con pensamientos disímiles lograron ponerse de acuerdo y redactaron una Constitución que, quizá por eso, es la que más tiempo ha permanecido en vigencia.
-Ahora mismo, Chávez insiste en la reelección indefinida.
-Está visto que el propósito fundamental de la reforma no era la reducción de la jornada laboral, ni eran los derechos sociales, sino la reelección indefinida del Presidente. El pueblo ya decidió y eso no se puede volver a plantear durante este período.
-¿Ni siquiera por la vía de una enmienda constitucional?
-No, porque es una de las materias que fue rechazada en la reforma constitucional. Sería una burla a la decisión soberana del pueblo.
-Si no hay rectificación, lo único que se puede presagiar es más confrontación, más violencia.
-Así es. Yo creo que la insistencia del Presidente, en su Mensaje Anual, al plantear la reelección indefinida, aleja totalmente la posibilidad de una reconciliación. Nos acerca a unos estados de violencia que nadie desea.
-Iniciativas sin duda plausibles, como la amnistía, se han visto frustradas. Es un perdón cargado de espinas, que preserva odios y divide.
-Si algo está en la esencia de la amnistía, es que es un perdón general. La figura de la amnistía siempre ha estado dentro de la reserva legal, es decir, sólo puede decidirse a través de una ley. Una de las cosas malas de la Constitución del ’99 es que le otorgó demasiadas facultades al Presidente, quien puede dictar leyes habilitantes. En la Constitución del ’61 solamente era posible la habilitante para las materias económicas o financieras. Ahora al Presidente se le habilita para cualquier cosa. Puede reformar la Ley de Patronato Eclesiástico, o la Ley de Menores, si quiere. Él dictó una Ley de Amnistía discriminatoria, chucuta. Cuando hay una amnistía es para todos aquellos que supuestamente han cometido un delito con un mismo hecho generador. Si son los hechos del 11 de abril, todos los que están incursos en los posibles delitos perpetrados en esa ocasión.
-Porque se despenaliza el hecho en cuestión.
-Por supuesto, se está diciendo: ahí no hubo delito. Ese hecho no generó delito.
-La Fiscalía acentuó la discriminación, al asumir el papel de filtro para la concesión del beneficio. Y dicta sentencia anticipada, cuando dice que el perdón presidencial no aplica en el caso de los ex comisarios.
-Pero es que eso no le corresponde a la Fiscalía. Eso es materia exclusiva de la función jurisdiccional del juez. Los ex comisarios no cometieron delitos de lesa humanidad, que es una agresión generalizada y sistemática contra los derechos humanos. Por cierto, el 11 de abril murieron diecinueve partidarios de la oposición, y creo que no serían más de tres o cuatro los afectos al oficialismo. Por supuesto, toda muerte es lamentable.
-Es aberrante que en el país estemos sacando este tipo de cuentas.
-Así es. Pero valdría la pena preguntarse también quiénes son los responsables de los diecinueve muertos de la oposición.
-No hay igualdad ante la ley. ¿Qué tribunal se atrevería a darle la razón a Nixon Moreno, cuando el Presidente desde la Asamblea Nacional lo llamó delincuente y fustigó a la Iglesia por darle asilo?
-Eso es muy grave. Una de las disposiciones más importantes contenidas en la Constitución es que se presume la inocencia mientras no se pruebe lo contrario.
-Ese principio desapareció.
-Desapareció ayer, cuando el Presidente, en el Hemiciclo de la Asamblea Nacional, delante de toda la representación nacional, delante de todo el cuerpo diplomático, en cadena nacional, dice que Nixon Moreno es un delincuente. El Presidente violó la Constitución, se convirtió en juez.
-Hace rato se convirtió en juez.
-Bueno, sí, pero es que ahora lo hizo de una manera insólita, descarada. Además, calificó el asilo que otorga la Nunciatura Apostólica como una complicidad. El que califica el asilo es el estado asilante. Yo sentí vergüenza nacional cuando el Presidente se dirigió en esos términos al Nuncio Apostólico.
-¿El Presidente ha hablado de revisión y rectificación? ¿Se puede rectificar sin revisar una conducta?
-Yo creo que no habrá revisión ni rectificación. Para rectificar en primer lugar tengo que revisar, para admitir que me he equivocado.
-Pareciera que Chávez sólo desiste por instantes.
-El Presidente no rectificará nunca. La rectificación significaría el reconocimiento del adversario, y él tiene un proyecto hegemónico.
La culpa al elegir
-Mientras esta diatriba se mantiene encendida, los problemas fundamentales del país siguen intactos, y con tendencia a agravarse. La inseguridad, el desabastecimiento. Los servicios públicos dan dolor. La construcción de viviendas está casi en cero. La corrupción alcanza niveles pasmosos.
-Gobernar es una función muy difícil, que requiere dedicación, estudio, análisis, reunirse con mucha gente, ver experiencias en otras latitudes. Requiere además saber escoger y seleccionar a quienes van a estar alrededor. No pasa de cincuenta el número de personas con las cuales el Presidente ha enrocado su gabinete. El único propósito es el de perpetuar un régimen hegemónico, personalista, autoritario, militarista, socialista, marxistoide.
-El Presidente produce esos cambios para reforzar la idea de que la responsabilidad del mal gobierno es de sus colaboradores, no de él. Ha logrado que el pueblo lo exonere de culpas.
-Hay una figura jurídica bien interesante. Es la culpa in eligendo, o al elegir. Cuando yo elijo a alguien para una actividad y no la desempeña bien, no sólo es culpable esa persona sino también quien la escogió.
-Si algo no se le puede dejar de reconocer a este gobierno es su audacia. El año pasado pronosticó una inflación de 12 por ciento y fue del 22.5 por ciento. Después de tal descalabro, el nuevo ministro de las Finanzas anuncia para este año, aún con una incertidumbre mayor, una inflación del 11 por ciento.
-Yo no sé si llamar eso audacia. Eso pareciera más bien una especie de reincidencia en el deseo de engañar a la población. Yo he pensado en estos días que Venezuela necesita una revolución de la verdad. Que digamos siempre la verdad. El gobierno está inmerso en una revolución de pacotilla, desperdiciando el talento, el esfuerzo, el estudio, la investigación de tantos venezolanos que pudieran aportar mucho para la solución de los grandes problemas.
¿Frente a quién estamos?
-Chávez ha dicho en estos días su verdad respecto a las FARC. Ha dejado al descubierto su simpatía, su afinidad con la guerrilla.
-Ya teníamos ese temor, no había necesidad de que lo dijera. Bastaba ver al ministro Rodríguez Chacín, despidiéndose de los guerrilleros, cuando recogió a las secuestradas. Ya sabemos frente a quién estamos.
-Ahora resulta que ni las FARC ni el ELN son terroristas.
-Para el Presidente es un ejército insurgente.
-Y no habla de secuestrados sino de retenidos.
-Imagínate tú. Es evidentísimo que esas gentes son terroristas. Hace poco mataron a once diputados. Los mataron a sangre fría. ¿Recuerdas aquel asalto a la Corte Suprema de Justicia de Bogotá, cuando murió un buen número de magistrados? El pueblo colombiano se ha desangrado por esa lucha tan triste y tan lamentable. Ahora, Chávez le pide a Uribe que dialogue con las FARC, pero él no es capaz de dialogar aquí con sus adversarios. No sólo con sus adversarios políticos. ¡Con nadie!
-Parece que Uribe estaba muy bien informado, para actuar como actuó.
-Cuando Uribe dijo que el niño que tenían era Emmanuel, entendí que él estudia muy bien las cosas, va sobre seguro. Él debe tener una información que le permite saber exactamente la vinculación de Chávez con la guerrilla, y el propósito de cada uno de sus pasos.
-En el momento del rescate de Clara Rojas y Consuelo González, el ministro Rodríguez Chacín le dijo a los guerrilleros: "Estamos muy pendientes de su lucha (...) Mantengan ese esfuerzo y cuenten con nosotros".
-Más claro, el agua. Ahí está todo. ¿Qué significa “cuente con nosotros”? ¿Habla de respaldo logístico, económico, militar? Eso nos abre una interrogante terrible. ¿Es Venezuela, efectivamente, el territorio de expansión de la guerrilla colombiana?
-¿Qué visión del mundo tiene Chávez? Mientras aquí todos somos fascistas, delincuentes, lacayos del Imperio, Gouveia, aquel pistolero de la plaza Francia, es un señor. El chacal, un amigo. Las FARC, unos soñadores. El presidente de Irán, un paladín de la paz.
-Los venezolanos tenemos un gran reto, el de no permitir que este gobierno nos lleve por ese terrible despeñadero. Tenemos que hacer un esfuerzo muy grande. Chávez nos arrastra hacia situaciones impredecibles, desastrosas.
El rayón de un hombre honorable
-¿Recuerda haber sido profesor del gobernador Reyes Reyes?
-El gobernador fue mi alumno, efectivamente.
-¿Dónde?
-En el Decanato de Administración de la UCLA. Yo a todos mis alumnos los recuerdo con mucho aprecio. Él, por cierto, llegaba con su vestimenta de aviador. Él me decía que en diez minutos iba del aeropuerto de Barquisimeto al Golfo de Venezuela y que en ocho minutos llegaba a Palo Negro. A mí me parecían emocionantes todas esas cosas.
-Él, al parecer, no le guarda el mismo cariño.
-He opinado que el nombramiento del hijo del gobernador en el cargo de presidente del Consejo Legislativo es contrario a la ética. Te voy a dar un ejemplo que quizá haga entender mejor el asunto. En la universidad, en varias ocasiones, algunos profesores que impartían la misma materia que a mí me correspondía, me pidieron que les diera clases a sus hijos. Incluso uno me pidió que le diera clases a su esposa. Les proponían que cambiaran de sección, para no tener que evaluarlos, por esas razones subjetivas, afectivas. En el fondo, era por razones éticas. Esa es la misma razón por la cual el hijo del gobernador no puede ser presidente del parlamento. La moral son esas normas no escritas que están en la conciencia y en el corazón de las personas.
-El gobernador llama “tarados” a quienes critican el nombramiento de su hijo. Diagnosticó que usted sufre del mal de Alzheimer.
-Lamentablemente el régimen no responde las ideas con ideas, sino con agravios. Yo creo que no le interesa a nadie, ni al país ni a la sociedad, por ejemplo, que Joel Rodríguez pueda tener Alzheimer. Pero sí tiene interés para todos que el Estado se conduzca correctamente. Los que conducen una sociedad son quienes más ejemplo deben dar. Te contaré otra anécdota ilustrativa. Una vez el doctor Argenis Román rayó con su carro el mío, en el estacionamiento de la universidad, que es muy estrecho. Y aunque nadie lo había visto, no se movió de allí, hasta que yo llegué y me informó del incidente. Eso hace una persona honorable. Esa es una conducta ética. A mí sólo se me ocurrió decirle que era un honor que un hombre como él me hubiese rayado el carro. Eso es lo que los venezolanos le exigimos a quienes nos quieren conducir.
¡Tantos candidatos!
-¿Qué pasará, a su juicio, en las elecciones de noviembre?
-Si nos cohesionamos, si nos unificamos, podemos ganar muchas gobernaciones y alcaldías.
-¿Nos podríamos dar el lujo de verlo a usted como candidato?
-Entiendo que lo dices de buena fe, pero a mí me preocupa la proliferación de candidatos. Eso confunde a mucha gente. Agregar otro nombre, es sembrar más confusión. Yo no quiero complicar con ni nombre el panorama, pero sí quiero ayudar. Yo exigiría que nos pusiéramos de acuerdo, en un solo nombre.
-¿Cuál sugiere usted?
-En estos momentos no tengo ninguno. He visto varios nombres. A mí me parece muy respetable, muy serio, el profesor Pedro Pablo Alcántara. Es un hombre con una gran experiencia política, con una gran cultura. Creo que podría ser un excelente gobernador del estado.
-Y, ¿para alcalde?
-No quisiera mencionar nombres, pero he visto, por ejemplo, en Palavecino, que han surgido candidatos muy buenos. A ver, los voy a mencionar en orden alfabético: Henry Alviárez. Sería un excelente alcalde. Manuel Cols. Sería un excelente alcalde. Ambos son profesionales, trabajadores, serios. También se menciona a un personaje que me parece de mucha envergadura: Rafael Rodríguez Parra, quien fue juez. Por cualquiera de ellos tres votaría con el más grande de los gustos.
-¿Qué va a hacer la oposición con Henry Falcón?
-Henry Falcón no es de la oposición. Me ha llamado mucho la atención, observando a Henry Falcón, que el chavismo le ha dado muy duro, pero él se aferra al chavismo. Este señor, que no goza de las simpatías de Chávez, persiste en poner su figura al lado del Presidente. A mí eso no me gusta.
José Angel Ocanto
¿Qué pasó el 2-D?
-Yo todavía no sé cuál fue el resultado del dos de diciembre. Pero tampoco sé cuál fue el resultado electoral definitivo de hace dos años, cuando se eligió la Asamblea Nacional.
-¿Usted duda de las cifras oficiales?
-Yo sí dudo. Yo quisiera tener la información, mesa por mesa, para ver cuál fue el resultado verdadero. Yo he preguntado y en la oposición me han respondido siempre con evasivas. Me dicen que por ahí está lo que dice el CNE. Un momentico, eso tiene que ser publicado, tenemos que verlo. Hace poco decía Ezequiel Zamora que dos mil mesas no fueron escrutadas.
-Todavía cuesta creer que el CNE haya proclamado la derrota de Chávez.
-Es que yo creo que el volumen de votos a favor del NO fue abrumador. Yo no creo que haya sido esa pírrica victoria que señaló el CNE. Súmate dijo que la diferencia fue entre seis y ocho puntos. Cuando un gobierno tan difícil como este reconoce una derrota, es porque la diferencia fue mayor.
JAO
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